A 1993 metros de altitud se yergue la montaña más alta de Portugal Continental: la Serra da Estrela, Parque Natural desde 1976. La distinción de primer parque natural de Portugal reconoce a esta región de la Cordillera Central como «refugio» de la fauna y la flora más importante de este país, así como su valor paisajístico y humano.
Junto con la Serra do Açor y con la Serra da Lousã, este accidente orográfico compone el extremo occidental de la Cordillera Central y forma parte de tres de las más importantes cuencas hidrográficas: Duero, Tajo y Mondego (este último nace en el territorio de Gouveia y es el río más grande de Portugal).
En la Serra da Estrela es posible distinguir cinco unidades de paisaje: el altiplano central; los picos y las crestas adyacentes; los altiplanos de menor altitud; las laderas; y los valles acompañados por líneas de agua. En su parte superior, la Serra da Estrela destaca por su morfología peculiar, que deriva de la fuerte influencia de la glaciación cuaternaria, donde el Valle Glaciar del Zêzere, en forma de U, es el ejemplo más notable de este periodo.
Durante el invierno, la altitud, elemento característico y diferenciador de este territorio, favorece la aparición de precipitaciones de nieve y también es responsable de la creación de condiciones favorables para la aparición de valores naturales exclusivos. En este sentido, se describen tres pisos de vegetación: el piso basal (hasta los 900 metros), donde predominan las encinas (Quercus rotundifolia) y el lauroceraso (Prunus lusitannica); el piso intermedio (hasta los 1600 metros) de robledales (Quercus pyrenaica), castañares (Castanea sativa) y matorrales; y el piso superior, caracterizado por enebros (Lycopodio-Juniperetum alpina), cervunales, calveros y vegetación rupícola.
Este Parque Natural está compuesto de diversos hábitats, donde se encuentran elementos representativos de diferentes zonas de biodiversidad. Allí se han identificado 250 especies de vertebrados y 2.100 de invertebrados, algunos de los cuales son exclusivos, como el longicornio (Cerambycidae). Posee la fauna de anfibios y reptiles más diversificada de todo el territorio portugués, donde destacan la lagartija serrana (Iberolacerta monticola) y la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica).