El Parque Natural de las Sierras D’Aire y Candeeiros destaca por su naturaleza calcárea, un factor decisivo para su protección desde 1979. Junto con la red de aguas subterráneas, este elemento rocoso influye en toda la morfología, la fauna, la flora y la humanización de este territorio.
Este Macizo de Piedra Caliza está compuesto por la Serra dos Candeeiros, la Serra de Aire y el Altiplano de Santo António, situado entre los valles de Mendiga-Alvados y Mira de Aire-Minde. La erosión cársica, es decir, la erosión de la piedra caliza causada por el agua, da lugar a formaciones características, tales como lapiaces, grutas y cuevas, uvalas y dolinas, por lo que es un destino ideal para geólogos y espeleólogos. Además, en este Parque Natural se encuentran las grutas más grandes y más famosas de Portugal, las Grutas de Mira d’Aire, que cuentan con una longitud de 11 kilómetros y de las cuales se puede visitar un área de 600 metros.
Por otro lado, la ausencia de recursos hídricos en la superficie hace que el paisaje sea seco y ofrezca un espectáculo increíble de fallas, escarpas y afloramientos rocosos, que contrastan con la pequeñez de la dimensión humana.
Por lo tanto, en la cubierta vegetal de esta zona protegida, no es raro encontrar principalmente robles carrasqueños (Quercus faginea) y, en forma puntual, encinas (Quercus rotundifolia), así como plantas aromáticas, medicinales y melíferas. El olivo (Olea europaea) es el árbol de explotación humana más visible. Los ambientes cavernícolas permiten encontrar algunas aves que anidan en estos lugares, como la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), pero la presencia de murciélagos destaca claramente en este Parque Natural que cuenta con dieciocho especies identificadas.
Por último, es importante resaltar la presencia de un registro fósil del periodo Jurásico con 175 millones de años, situado en la Serra de Aire, donde es posible visitar el camino de huellas de dinosaurios saurópodos más largo del mundo, clasificado como Monumento Natural.